El Reloj de tiempo y la cuarta dimensión.

 Los mayas galácticos decían que el tiempo es orden y la más perfecta muestra se encuentra en el universo y qui en la tierra se manifiesta en la naturaleza, que es la más absoluta total única y perfecta y maravillosa obra de arte; por ende, el tiempo es arte. El tiempo es orden arte belleza sincronía y evolución.

La ley del tiempo diferencia también la frecuencia de tiempo artificial 12:60 que dirige a la civilización moderna de la frecuencia del tiempo universal 13:20 sin embargo, la sociedad nos fue impuesta la frecuencia 12:60 un tiempo sustituido el cual está basado en estándares de medidas del espacio envolviendo a todo el planeta en revoluciones científicas e industriales, siguiendo la mentalidad materialista adquisitiva occidental.

El propósito de este nuevo orden temporal es sincronizar las conciencias humanas con las conciencias superiores. Es tan fuerte que el calendario puede hacer que la mente se reconciliarse con este estado para renovar nuestra visión del verdadero pensamiento humano y fundamento de la vida. Este calendario es una función de la ley del tiempo natural, la cual dice que la energía factorizada por el tiempo es igual al arte. Esto es completamente opuesto a la frase que defiende el sistema el tiempo es dinero.

La ley del tiempo trae a la conciencia algunos de los contenidos inconscientes ya que al reconocer diariamente los patrones de la naturaleza consigues una mayor armonía ambiental e incrementar la conciencia del tiempo natural y de los ritmos de la naturaleza.

Einstein dijo que el tiempo es la cuarta dimensión, pero no pudo decir de que se trataba ni cómo podría funcionar. No encontró la matemática de la cuarta dimensión. El Sincronario descubre la frecuencia galáctica del tiempo, de esta cuarta dimensión que rige la evolución terrestre y funciona porque es un calendario preciso que calibra a todos con la fuerza de la tierra las lunas soles galaxias y el universo.

La cuarta dimensión es un estado mental que abarca espacio. La tercera es la dimensión física y nuestro error ha sido pensar que las medidas tridimensionales describen la cuarta dimensión. El tiempo es simultáneamente espiritual y físico.

Una forma interesante de utilizar el tzolkin es para dividir el tiempo del día en diferentes fases. Para ello, se utilizan los sellos solares y los ritmos galácticos, que son representados por diferentes símbolos y que tienen una duración específica. Los sellos solares se dividen en 10 ritmos de 72 minutos cada uno, mientras que los ritmos galácticos se dividen en 13 ritmos de 111 minutos cada uno.

El reloj que se utiliza para medir el tiempo en este sistema gira en sentido contrario a las manecillas del reloj convencional. Además, el reloj se divide en tres fases que están construidas por diferentes sellos solares y tonos lunares. En la primera fase, que va desde la medianoche hasta las 7 de la mañana, se encuentra la fase de carga. En esta fase, se busca preparar el terreno para el resto del día y para ello se utilizan 6 sellos solares y 4 tonos lunares.

La segunda fase, que va de las 7 de la mañana a las 5 de la tarde, se denomina fase de balance y es considerada la más importante de todas. En esta fase, se utilizan 12 sellos solares y 8 tonos lunares para equilibrar y armonizar las actividades del día. Se considera que esta fase es crucial para mantener un estado de equilibrio y armonía en la vida cotidiana.

Finalmente, la tercera fase, que va de las 5 de la tarde a la medianoche, se denomina fase de operación y se utiliza para llevar a cabo las actividades más intensas y productivas del día. En esta fase se utilizan 6 sellos solares y 4 tonos lunares para maximizar la productividad y la eficacia.